miércoles, 13 de abril de 2016


El terreno de juego:






   Este es el patio de mi casa, se moja y se seca, como los demás, :p ...   Tiene su historia, desde hace casi 50 años ha sido el hogar de algunos árboles, de los que yo recuerdo hubo durazno, mandarina, higo, incluso uva creo haber escuchado a mi madre decir; y hasta un rosal y una lila, pa' darle variedad! Hoy es un triste patio casi abandonado desde que mis abuelos se fueron de este mundo, la generación más joven ha emprendido el viaje en busca de gloria, lejos de casa y la ahora generación senior ha encontrado la casa grande y solitaria, innecesaria de mantener en su función original y está llevando acabo un proyecto de re-modelación para convertir la casa en departamentos para rentar; este patio tiene su destino ya escrito, en pocos años se convertirá en un hermoso patio de estar con  asador y una palapa agradable para disfrutar del aire libre y la convivencia familiar de los inquilinos, lo cual me parece una función muy apropiada. Será una propiedad preciosa!
  Dicho esto, así empeza la historia:  yo acabo de regresar a casa después de haber estado fuera varios años y tengo un par de proyectos en desarrollo, pero creo que si me esperaba a tener "tiempo libre" para poder hacer mi huerto, jamás lo iba a tener, ademas los planes son otros, mas grandes, mas complejos, esto es solo para empezar y aprender, así que mas valía que me apurara, entonces hay que aprovechar ese espacio y aprender. Mi familia y yo ya habíamos hablado anteriormente acerca del deseo de contar con un huerto casero y de todos los beneficios que conlleva, como la frescura de los alimentos, la exotiquez de las variedades y pos supuesto la salud de comer productos orgánicos y la terapia de la actividad misma,  así que decidí justo hace 2 semanas que era momento de iniciar mi huerto en el patio de mi casa sin importar que no tuviera experiencia o los conocimientos necesarios para llevar con éxito dicha empresa. Y así lo hice, ese mismo sábado me puse a limpiar el jardín, quitar fierros viejos y limpiar macetas llenas de  tierra sin plantas, barrer las hojas y ramas secas y separar en botes la tierra suelta; todo lo necesario para dejar este jardín para un jardinero como un lienzo en blanco para un pintor.


Y como ya me habia informado en Internet un poco, pues ya sabía que hacer con esto:


separaditas todas las hojas y ramas bien secas.


toda la tierra suelta que encontré al lado de un árbol


y la tierra que había en macetas secas, sin plantas... :..(  muy  triste mi jardín.




Ojalá hubiera pensado en documentar esto desde ese entonces y tendría una foto de cómo estaba ese patio!



Pero así es como quedó.

  Bien, entonces le  comenté a mi familia de lo que había ocurrido por mi cabeza, y de lo que ya había hecho y propuse que si todos estábamos de acuerdo en financiar los pocos gastos que se puedan sucitar y apoyaban el proyecto, podrían disfrutar del huerto. Entonces mi madre y mi tía, con quienes comparto casa se emocionaron y empezaron a compartir sus ideas.Desde luego, estuvieron de acuerdo.

   Fue cuando implementé la bolsa de materia orgánica en la cocina.

   Una amiga de la familia de toda la vida que estuvo con mi prima en la escuela había llamado uno o  dos meses antes para pedirnos precisamente si podía usar nuestro jardín como laboratorio para ensayar y aprender un poco mas sobre huertos urbanos ya que estaba interesada en hacerlo de manera profesional y desde luego que estuvimos de acuerdo, sólo era cuestión de que tomara un curso que estaba en puerta y que llegara la primavera para aplicar lo aprendido en el momento justo, pero la primavera llegó, el deseo de iniciar el proyecto se hizo mas  fuerte dentro de mi y Jéssica no se reportaba, así que ese día, ya una vez decidido todo, le llamamos. Estuvo ahí esa misma tarde para platicar y planificar las primeras plantaciones, resulta que no había podido tomar el  curso y por eso no se había reportado.
   Sin importar nada más, salimos al patio, platicamos del plan de acción y nos quedamos de ver el siguiente sábado con algunas tareas asignadas. Mi familia y yo pusimos una bolsa de tierra, una de humus y una pala en el presupuesto de la casa y me puse a cavar. El siguiente sábado estábamos listos para sembrar.

   


   

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